Estos consejos son válidos para todos los escaladores, sobre todo para los que están empezando, aunque algunas veces los escaladores más experimentados, con el paso de los años van adquiriendo malos hábitos. Por desgracia no es muy común ver a escaladores realizando estos protocolos de seguridad en las zonas de escalada.
Cumplir estas normas de seguridad no nos llevara más de 30 segundos y os podemos asegurar que reduciréis la posibilidad de sufrir un accidente. La mayoría de los accidentes con consecuencias graves se producen por descuidar alguno de estos puntos:
Nudo al final de la cuerda
Antes de comenzar a escalar, siempre nos aseguraremos de que al final de la cuerda tenemos un nudo de retención. Así evitaremos que el escalador se pueda caer al suelo en caso de que la longitud de la cuerda sea inferior a la necesaria.
Partner check
Siempre, antes de comenzar a escalar, asegurador y escalador han de revisar los elementos clave:
- El escalador se ha hecho el nudo correctamente. Esto quiere decir que el nudo pasa por el punto de aseguramiento lumbar y el de las perneras. El nudo tiene 4 o 5 dedos de longitud sobrante y que esta bien realizado
- El asegurador ha pasado la cuerda en sentido correcto por el sistema de frenado, tiene el mosquetón con la rosca cerrada y conectado en el anillo ventral.
- Los arneses de los miembros de la cordada están correctamente atados y regulados.
- Hemos realizado el nudo al final de la cuerda.
Nunca dejar de coger la cuerda con la mano
Aunque algunos fabricantes de aparatos aseguradores añaden en la descripción la palabra automático, en las instrucciones siempre recomiendan no soltar la cuerda. ¿Por qué será?
Portear al escalador
Proteger al que escala de primero hasta que pase la cuerda por el primer anclaje. Estar pendiente del aparato asegurador no sirve de nada si la cuerda no esta pasada por dentro de la primera cinta.
Casco
Utilizar siempre el casco, desde que llegamos a la zona de escalada hasta que nos marchamos. Si estamos cerca de la pared, estamos en peligro. No será la primera vez que el viento, algún animal o quizá otro escalador hace caer una piedra. Además, nos protege en caso de caída.
Descender al compañero
Al descender al escalador hasta el suelo, estar siempre atentos a los últimos metros. Reducir la velocidad y comprobar que no se puede golpear con rocas o arboles. Atentos a la longitud de la cuerda.
Por último, nos gustaría recordar que es nuestra obligación conservar el entorno e intentar dejar los lugares donde vamos a escalar igual o más limpios que cuando nosotros llegamos.
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