En la actualidad, la candidiasis es una de las causas más frecuentes que se suelen dar en consultas ginecológicas, incluso en consultas primarias.
Las candidiasis recidivantes (crónicas) producidas por Cándida Albicans u otras especies patógenas, suelen acompañar a un desequilibrio de la flora intestinal (microbiota). De esta manera, se produce así una proliferación anormal de la forma activa y virulenta del hongo unicelular en el intestino.
La mayoría de las infecciones por la candidiasis generan mínimas complicaciones tales como: enrojecimiento, picazón y malestar, aunque las complicaciones podrían ser graves si no se tratan en ciertas poblaciones. En personas inmunocompetentes, la candidiasis suele ser una infección muy localizada de la piel o en membranas mucosas, incluida la cavidad oral (candidiasis oral), la faringe o el esófago, el aparato digestivo, la vejiga urinaria o los genitales (vagina, y pene).
Alguno de los síntomas de la candidiasis son el cambio en el flujo vaginal, en el caso de las mujeres con un aspecto como a (leche cortada), picor intenso y escozor. En algunos casos donde la sintomatología empeora incluso pueden causarse pequeñas ulceras que cursan con dolor.
En otros casos pueden también darse alteraciones de la glándula tiroidea (hipotiroidismo), irritabilidad, dolores articulares o musculares, cansancio desde primera hora de la mañana, inflamación…. todo ello producido por la liberación de toxinas procedentes del metabolismo de las cándidas hacia el torrente sanguíneo.
Muchas pacientes con candidiasis crónica presentan problemas intestinales asociados tales como: estreñimiento o diarrea, indigestión, intolerancias múltiples a los alimentos e hinchazón.
Últimamente se observan cada vez más casos de Cándida recurrente y muchos de éstos ya no responden a los tratamientos convencionales.
¿Por qué sucede?
Normalmente muchas de las pacientes que tienen cándidas de repetición ya reconocen los síntomas y suelen acudir a la farmacia antes de que se complique. El tratamiento que se suele utilizar es de venta libre, pero cada vez es más habitual que las cándidas sean tan persistentes que tengan que acudir a su centro de atención primaria a por otro tipo de tratamiento porque su cuerpo ya ha desarrollado resistencia al tratamiento habitual.
Lo que está ocurriendo es que en la mayoría de los casos no se está teniendo en cuenta que las cándidas se alimentan principalmente de azúcar, así que si queremos eliminarlas, tendremos que hacerlas pasar hambre (explicado de una forma coloquial).
Para poder llevar esto a cabo de una manera efectiva hay que evitar el consumo de azúcares y alimentos de índice glucémico elevado, así como frutas, ciertas verduras y tubérculos (durante al menos la fase más aguda). Salvo el coco que aporta ácido caprílico que es un gran antibacteriano, que es una sustancia esencial para combatirla que incluye también toda bollería, pasteles, chucherías y cualquier tipo de edulcorante. Excepto ingredientes como la stevia rebaudiana, y el xilitol o eritritol.
Los hidratos de carbono refinados y cereales con gluten: trigo, avena, cebada, centeno, kamut, espelta, cuscús, bulgur. Así como los que contengan levadura: pan, pizza, bollería, cerveza. La leche de vaca y cualquier tipo de lácteo durante la fase aguda y los fermentados.
Por otro lado, debemos de introducir en la dieta todos los vegetales de hoja verde: crucíferas, espárragos, alcachofas, cebolla, ajo, germinados a excepción de la zanahoria, calabaza y nabo, remolacha, patata y maíz por su elevado índice glucémico, y también el coco y derivados. Pipas de calabaza, de girasol, semillas de sésamo y de lino, así como las de cáñamo, almendras, avellanas y piñones, legumbres (incluida la soja texturizada), pescados blancos y azules (pequeños), carnes blancas y evitar la carne roja para poder eliminar toxinas e inflamación, huevos biológicos, granos integrales sin gluten como la quínoa, el arroz integral, el teff y el trigo sarraceno, preferiblemente hervidos y enfriados 24h en nevera (se pueden volver a calentar). Y la avena sin gluten, según el caso. Aceite de oliva virgen, de semillas y de coco, todos ellos siempre de 1ª presión en frío.
Hay que incluir también frutas como: el aguacate, pomelo, limón, piña, papaya, bayas y frutos rojos, según el caso. Y también Hay que tener en cuenta que es muy importante la suplementación natural.
Candida Support de Vitobest aprovecha las propiedades naturales de sus ingredientes para ayudar a inhibir el crecimiento y proliferación de la candida (género de levaduras responsables de infecciones micóticas denominadas candidiasis).
Con este propósito nuestra fórmula aúna la acción antifúngica de antibióticos naturales como el ácido caprílico y los extractos de Pau D’arco, equinácea, ajo, orégano, semillas de pomelo, regaliz, clavo y canela; con potenciadores del sistema inmunitario como el zinc, el betacaroteno (vitamina A), el extracto de acerola (rica en vitamina C), la vitamina B3 y el selenio.
Es muy importante que tanto la alimentación como la suplementación se pauten a la vez, para que actúen en sinergia y actúe con efectividad.
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