por ¿Qué diferencia hay entre las personas que tienen éxito de aquellas que no lo tienen? ¿En qué se distingue entre quién consigue aquello que se propuso un día y todos aquellos que se quedan en el camino? ¿Qué hace que un deportista sea el mejor? ¿Qué hace que una chica que empieza a entrenar consiga ser al final una gran figura en el deporte? La respuesta a todas estas preguntas, sin duda alguna, está en el factor mental. Ahí es donde está la clave y es lo que nos ayudará a conseguir todo aquello que nos proponemos, aquello que buscamos y aquello que se nos pasa por la mente. Y no hablo de una fantasía o de algo abstracto, sino de un aspecto tangible, de un proceso evaluable, de algo medible y comprobado por distintas investigaciones médicas.
En este artículo hablaremos del proceso que debemos de llevar a cabo para poder encaminar nuestra vida a aquello que queremos, a aquello que soñamos. Intentaré, como amante de la psicología, daros las claves y herramientas que a mí me permiten llegar hasta donde me propongo. De luchar, de levantarme cada vez que caigo y de no permitir que los errores me alejen del camino. Este no es un artículo para aquellos que esperen escuchar la palabra «fácil», conseguir el éxito en poco tiempo no existe. No le deis más vueltas, no busquéis lo fácil, rápido y cómodo. Quien os haga creer eso, se estará aprovechando para obtener un beneficio de algún tipo.
Lo primero que os planteo es ir hacia adelante en nuestra mente, se trata de parar nuestra vida un momento para reflexionar. Dejemos de correr de un lado a otro sin saber a donde nos dirigimos y dejemos esa desorientación a un lado. Parémonos a reflexionar, que nunca será tiempo perdido, miremos dentro de nosotros mismos y hagámonos la pregunta: ¿Qué quiero en mi vida? ¿Qué quiero ser? ¿Hasta dónde quiero llegar? Planteemos un sueño, un sueño grande. Esa es la meta, ese es el final a donde tenemos que llegar, y a partir de ahí vayamos retrocediendo pasos para saber que nos hace falta para llegar hasta allí. Esos pasos atrás nos llevarán hasta el día de hoy, hasta el presente, y entonces tendremos el camino marcado, sabremos a donde dirigirnos. Tenemos que intentar que no nos influya nuestro pasado, dejemos de decir no frases como: «no lo voy a conseguir», «no soy capaz» o «nunca llegaré». Olvidemos esas frases, nuestro pasado no nos puede marcar nuestro futuro, este futuro sólo lo puede marcar aquello que hemos soñado y que queremos, aquello por lo que vamos a empezar a luchar.
Está demostrado que centrar la atención en los miedos aumenta las probabilidades de cometer errores, porque disminuye el riego sanguíneo de las zonas pre-frontales del cerebro que son las encargadas de la creatividad, la toma de decisiones y el análisis. Esta disminución de sangre hace que las neuronas responsables de encontrar una salida a los desafíos funcionan peor, esto a su vez genera un aumento de glutamato y cortisol que impide las nuevas conexiones neuronales. Con esto estamos viendo la importancia de nuestra actitud en el proceso de conseguir nuestras metas, porque esos procesos químicos que hemos descrito hacen que nos volvamos irascibles, que nos bloqueemos, nos aislemos y además está demostrado que afecta al sistema de defensa del cuerpo.
Ya tenemos la meta, ya tenemos el camino, ya sabemos que queremos ser un competidor de fitness o que queremos ser una chica bikini fitness, etc. Ya sabemos que queremos tener el físico que imaginamos y ya sabemos cual es nuestra idea de éxito. Hemos aprendido que nuestra actitud hacia ello nos puede marcar la diferencia, que eso es un hecho demostrado científicamente. Existen otros dos factores que influyen a la hora de alcanzar nuestros objetivos, y esos son: las dificultades durante el camino y la incertidumbre. Son factores que no podemos controlar y tenemos que aceptarlos de la mejor manera posible.
Sin embargo, vamos hablar de un factor que sí depende de nosotros mismos y nos impide conseguir nuestros objetivos, y es: la apatía. Ese es el motivo por el que abandonamos y nos salimos del camino.
Causas que pueden generar la apatía
- Falta de conocimiento, es decir, la ignorancia.
- Falta de reflexión.
- El miedo a los errores.
- La pereza.
- La incapacidad.
Estoy seguro que todos nos hemos encontrado con uno de estos motivos, ahora la pregunta es: ¿Qué hacer o no hacer para que no nos pase? Yo considero que lo más importante que tenemos en estos casos son las llamadas “palancas emocionales”
Una palanca emocional es una razón lo suficientemente potente que nos haga salir de nuestra zona de confort, para enfrentarnos a los desafíos que nos vienen y poder superarlos. Esa razón potente surge desde dentro de nosotros y lo único que nos puede llevar a tenerla es la pasión, la pasión por aquello que soñamos, por aquello que queremos ser. Eso es lo único que nos va hacer luchar con todas las dificultades, incertidumbres, errores… Esa pasión interna es la que activara la zona pre-frontal del cerebro y aumentara nuestra creatividad antes los desafíos que nos vengan. Por eso, un competidor o competidora de cualquiera de las categorías de fitness-culturismo debe sentir esa palanca emocional que le lleve a estar con una dieta prácticamente todo el año, debe sentir también esa pasión que le permita hacer esos entrenamientos tan duros, etc.
Cuando nos preguntan si merece la pena, tanto esfuerzo para qué, qué dinero te pagan… yo les contestaría: ¿Qué mejor recompensa puede haber en la vida, que conseguir aquello que un día soñaste y lo veías en la distancia y hoy lo tienes en la mano?
Aun así, siempre habrá mucha gente que no lo entenderá, pero porque vivimos en una sociedad que la superación, la pasión, el esfuerzo, el sacrificar lo que soy por lo que quiero ser se olvidó. Se busca la palabra fácil, sin esfuerzo, rapidez… como dije al principio, eso nunca nos llevará al éxito en ninguna faceta de nuestra vida.
Para todos aquellos que empezáis en este deporte a nivel de competición deberéis saber que es duro, que debes sacrificar unas cosas para hacer otras, que te mirarán diferente, que tendrás unos hábitos distintos y que tu capacidad de superación será mirada como una obsesión. Y sólo lo entenderán aquellas personas que un día tuvieron un sueño y fueron a por él con pasión.
¡La pasión por un sueño es la clave del éxito!
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